Enfermedad de Lyme – Qué es, Síntomas y Tratamiento
La enfermedad de Lyme es una zoonosis transmitida al ser humano a través de la mordedura de una garrapata y con una tasa de hospitalización cada vez más alta. Es una enfermedad que, si no recibe tratamiento, puede llegar a ser invalidante. Te explicamos qué es.

¿Qué es la Enfermedad de Lyme?
La Enfermedad de Lyme o Borreliosis de Lyme es una zoonosis producida por una bacteria del género Borrelia. Aunque la enfermedad la produce un microorganismo, la vía de transmisión al ser humano es mediante la mordedura de una garrapata que ha sido previamente infectada por esta bacteria.
Se trata de una zoonosis, puesto que el microorganismo patógeno causante, Borrelia, tiene su hábitat habitual en algunos animales (roedores, ciervos o aves) pero contagia al ser humano, de forma que este contrae la enfermedad.
La garrapata actúa como vector de transmisión, es decir, el elemento causante de la enfermedad es la bacteria, no la garrapata, si bien esta última actúa como portadora de la bacteria y es, a través de su mordedura, la forma en que produce la infección. Para ello es necesario que la garrapata esté adherida a la piel, al menos 24 h, que es el tiempo que tarda en llegar la bacteria a las glándulas salivares de la garrapata y pueda producir la transmisión del microorganismo.
La primera vez que se detectaron sus síntomas fue en 1975, en una pequeña población, llamada Lyme, perteneciente al estado de Connecticut en EE. UU. Inicialmente se la denominó Artritis de Lyme y posteriormente, en 1979, tras ser asociada con más síntomas, se cambió su nombre a Enfermedad de Lyme que conserva en la actualidad.
Borrelia burgdorferi, la bacteria que produce la Enfermedad de Lyme

Credits: Center for Disease Control and Prevention
La bacteria causante de la enfermedad es Borrelia burgdorferi sensu lato. Se trata de una espiroqueta (“espiro” por su forma, de espiral) en concreto del género Borrelia. En Europa las especies predominantes causantes de la enfermedad son Borrelia afzelli y Borrelia garinii mientras que en Norteamérica, la especie más común es Borrelia burgdorferi.
En Europa, este microorganismo tiene su reservorio natural en ratones de campo, roedores del género Apodemus. Estos reservorios no causan enfermedad en el huésped, pero sí la puede causar en seres humanos cuando se contagian.
La garrapata y la Enfermedad de Lyme

Fuente: European Centre for Disease Prevention and Control
El vector de transmisión, es decir, el vehículo mediante el cual la bacteria entra en contacto con el ser humano, son garrapatas de patas negras, en concreto del género Ixodes y que, dependiendo del área geográfica, puede variar la especie de que se trate. Así, en Norteamérica es más frecuente encontrar algunas especies como Ixodes scapularis mientras que en Europa la especie más frecuente es Ixodes ricinus que además está ampliamente distribuida en España.
Esta garrapata es un parásito habitual en venados, ciervos, roedores y algunas aves migratorias, siendo este último un factor importante en la diseminación de estos patógenos zoonóticos.
Cuando la garrapata parasita a un animal que tiene un reservorio del microorganismo Borrelia, la propia garrapata se contagia y se vuelve portadora del mismo y, por tanto, con potencial para contagiar a un ser humano a través de su mordedura
Enfermedad de Lyme en España

Fuente: BOLETÍN epidemiológico SEMANAL 2022 Vol.30 nº1/1-11
En España, las personas infectadas con Enfermedad de Lyme, suponen una tasa media de hospitalización por esta enfermedad es de 0.28 por cada 100.000 habitantes, aunque con una tendencia al alza en los últimos años. Es una enfermedad clasificada como Enfermedad de Declaración Obligatoria desde 2015. Su expansión la hace que se esté convirtiendo en un problema de salud a nivel europeo.
Las causas de esta tendencia las podemos asociar a la mayor presencia de vectores de transmisión debido a cambios climáticos y el cambio de rutas de las aves migratorias que ejercen de reservorios de Borrelia.
La enfermedad está distribuida por toda España, con mayor número de personas infectadas en la mitad norte del país y más concretamente en la Cornisa Cantábrica, Asturias y Galicia, con una proporción algo mayor al resto de la península.
Ciclo de vida de la garrapata
El ciclo de vida de esta garrapata comienza cuando – estando en fase de larva – parasita a un roedor que tiene como reservorio a Borrelia, y, como consecuencia, es infectada. Tras un período de varios meses, al llegar la primavera y verano, la garrapata se convierte en ninfa y a partir de aquí, ya es un vector de transmisión con posibilidad de contagiar a un humano con su mordedura.
Esta garrapata vive en zonas boscosas con árboles de hoja caduca que crean una alfombra en el suelo capaz de mantener la humedad y albergar ahí a este parásito contagiado.
Es precisamente en esta época, de primavera – verano, cuando el riesgo de picaduras es mayor, ya que es más habitual hacer actividades al aire libre, acampadas, senderismo donde llevamos descubiertos brazos y piernas y, por tanto, con una mayor probabilidad de ser picados por una de estas garrapatas.
Etapas de la Enfermedad de Lyme
Esta enfermedad cursa en 3 etapas o estadios:
1.- Etapa Localizada Temprana
Esta primera fase transcurre durante los primeros 3 – 30 días tras la picadura de la garrapata.
Síntomas en la Etapa Localizada Temprana
Tras la picadura, el microorganismo pasa a sangre y se produce una erupción, una especie de sarpullido, en el que es característico la aparición de un eritema migratorio o eritema migrans que suele ser el primer signo de la enfermedad y acompaña una sensación de quemazón.
Este eritema suele agrandarse durante los siguientes días hasta tomar forma de anillo concéntrico, similar a un aspecto de una diana y posteriormente, unas 3 – 4 semanas después, acabará desapareciendo.
2.- Etapa Diseminada Temprana
En esta fase hay una diseminación de la bacteria por todo el organismo. Esta fase puede aparecer algunas semanas después de la picadura y tener una duración de varias semanas
Síntomas en la Etapa Diseminada Temprana
Aparecen síntomas similares a un proceso gripal: cansancio, debilidad, dolor de cabeza, dolor articular, de garganta, cefaleas, escalofríos. dolor muscular y incluso algo de fiebre.
Pueden aparecer verse afectado el sistema nervioso con la aparición de síntomas neurológicos, meningitis, encefalitis, parálisis facial e incluso en baja proporción, también a nivel del corazón, con problemas cardíacos asociados a arritmias, bloqueo cardíaco y pericarditis.
3.- Etapa Diseminada Tardía
Esta fase puede aparecer meses o incluso años después de la picadura.
Síntomas en la Etapa Diseminada Tardía
Aparece artritis con hinchazón y dolor en articulaciones, generalmente en rodillas. Los brotes de artritis pueden ir acompañados de cansancio, sensación de estar sin energía, malestar y fiebre.
En algunos casos, puede aparecer confusión, irritación, cambios en el humor y trastornos del sueño.
Enfermedad de Lyme Crónica
La comunidad científica no se pone de acuerdo sobre la existencia o no de esta Enfermedad de Lyme crónica o persistente, ya que, al presentar síntomas comunes con otras enfermedades, no siempre se puede inferir que se trata de una cronicidad de la enfermedad.
Sin embargo, puede haber síntomas de esta enfermedad que se mantienen tras un periodo de tratamiento. Es lo que se denomina “Síndrome post tratamiento de la enfermedad de Lyme” y es la forma que muchos expertos prefieren utilizar en lugar de Enfermedad de Lyme Crónica.
Diagnóstico de la Enfermedad de Lyme
El diagnóstico de esta enfermedad es complejo, puesto que presenta un cuadro clínico muy similar a otras enfermedades como puede ser una fibromialgia, una artritis reumatoide, babesiosis o fiebre reumática, lo que puede llevar al especialista a confundir el diagnóstico. De hecho, a esta enfermedad también se la conoce como “la gran imitadora” al presentar un cuadro muy poco específico y similar al de otras patologías.
Esta inespecificidad se agrava si además el paciente no recuerda, o no ha sido consciente de haber sido picado por una garrapata y además no hay presencia de eritema migratorio.
Por tanto, en la evaluación clínica, es muy importante detectar la presencia de eritema migratorio ya es una señal indicadora de la posible enfermedad, pero debe ser confirmada con una serie de pruebas serológicas:
- Cultivos de muestras obtenidas del líquido sinovial o del líquido cefalorraquídeo.
- Determinación de anticuerpos IgM e IgG
Tratamiento de la Enfermedad de Lyme
Al tratarse de una enfermedad de origen bacteriano, su tratamiento se debe realizar mediante la administración de antibióticos.
Se suele administrar Amoxicilina o algunas tetraciclinas como la Doxiciclina cuando se trata de estadio 1 o 2, o ceftriaxona, cuando la enfermedad está más avanzada, en estadios 2 y 3.
La sintomatología, dolores, inflamación, se trata con antiinflamatorios no esteroideos, u otros antiinflamatorios como el paracetamol o el ibuprofeno
Medidas preventivas en la Enfermedad de Lyme
La principal medida es la de protegerse frente a la picadura de la garrapata. Si estamos en una zona boscosa donde la enfermedad es endémica, debemos evitar tener la piel expuesta y llevar cubiertos brazos y piernas con ropa adecuada, pantalones largos, manga larga así como aplicar en la piel repelentes de insectos que contengan dietiltoluamida (DEET).
En caso de haber sido picados por una garrapata, esta se debe extraer con cuidado y con ayuda de unas pinzas, nunca con los dedos.

Farmacéutico especialista en Análisis Químico de Medicamentos – Universidad Complutense de Madrid.
Máster Industria Farmacéutica – CESIF, Madrid.
Óptico Optometrista- Universidad de Barcelona.