Bruxismo: Qué es, causas, síntomas y tratamiento

El bruxismo es una patología que afecta a muchas personas. Ocurre cuando una persona aprieta o rechina los dientes de forma inconsciente, a menudo durante el sueño. Este movimiento repetitivo puede provocar diversos problemas de salud bucal, incluyendo daño dental y dolores en mandíbula, cabeza y oídos

Persona acostada con dolor por bruxismo

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¿Qué es el bruxismo?

El bruxismo es una patología en la cual la persona, de forma involuntaria, aprieta y rechina sus dientes sin propósito funcional. Puede ocurrir tanto durante el sueño como durante las horas de vigilia, aunque es más habitual que ocurra mientras dormimos, por lo que muchas personas no son conscientes de que lo padecen, lo que resulta, por tanto, difícil su detección.

Afecta a un 10 % de la población mundial y si no se trata adecuadamente, este trastorno puede causar una amplia variedad de problemas dentales y de salud bucal además de dolores en la zona superior del cuerpo. Es importante conocer las causas, síntomas y opciones de tratamiento disponibles, así como manejar y prevenir el daño adicional a los dientes y los músculos de la mandíbula.

Tipos de bruxismo

  • De apretamiento. Se genera cuando los músculos de la masticación se contraen al apretar los dientes pero sin deslizamiento con lo cual no se produce desgaste dental.
  • De rechinamiento o frotamiento. A diferencia del anterior, hay una contracion y relajación de los músculos de la masticación que conlleva una fricción con el consiguiente desgaste dental
  • Diurno o de vigília. Se produce durante el día
  • Nocturno o del sueño. Ocurre durante las horas de sueño.

Síntomas del bruxismo

El principal síntoma de esta enfermedad es la actividad de los músculos de la mandíbula, lo que puede provocar dolor y molestias. Las personas que padecen bruxismo pueden sentir tensión, rigidez y fatiga en los músculos faciales, de la mandíbula y del cuello, pudiendo causar dolor de cabeza y de oído.

Además, el bruxismo puede causar sensibilidad, desgaste y erosión dental debido al constante rechinar y apretar que desgasta el esmalte dental y expone la capa interna de la dentina. Puede haber también una mayor sensibilidad y fracturas dentales. Sin tratamiento, estos efectos empeorarán e incluso pueden provocar problemas dentales más graves como dientes aplanados.

Los bruxistas suelen también tener problemas de insomnio debido a los dolores que se producen durante el sueño en mandíbula, cuello y oídos.

Causas del bruxismo

  • El estrés, la ansiedad y otras emociones intensas pueden ser importantes factores contribuyentes al bruxismo, ya que el hecho de apretar y rechinar los dientes puede ser una forma inconsciente de hacer frente a estos momentos difíciles.
  • Una mordida incorrecta, una maloclusión, o dientes mal alineados también pueden ser la causa de esta patología, ya que ejercen presión adicional sobre la mandíbula.
  • Además, ciertos hábitos de vida como fumar, beber y ciertos medicamentos pueden alterar el sistema nervioso, aumentando la probabilidad de rechinar los dientes.
  • Problemas como la apnea del sueño o el reflujo gastroesofágico (ERGE) también pueden ser causas subyacentes de esta patología.

Factores de riesgo del bruxismo

  • El estrés es un factor de riesgo importante, ya que genera una tensión en los músculos de la masticación que puede llevar a rechinar o apretar los dientes.
  • Ciertos hábitos de vida como fumar, beber y consumir estimulantes como la cafeína también pueden empeorar la condición. Además, ciertas enfermedades, trastornos del sueño o trastornos psiquiátricos pueden aumentar la probabilidad de desarrollar bruxismo.
  • La toma de ciertos medicamentos, como los antidepresivos o los antipsicóticos, pueden tener el bruxismo como efecto secundario
  • Además, una mordida anormal o una maloclusión dental pueden contribuir al bruxismo. En este caso, el tratamiento ortodóntico o el uso de aparatos dentales como brackets o férulas de descarga puede ayudar a aliviar el riesgo.
  • También puede haber un componente genético con varios miembros de la misma familia presentando este problema.

En general, es importante identificar y abordar todos estos factores de riesgo para prevenir este trastorno o gestionarlo de manera efectiva.

Diagnóstico del bruxismo

Al tratarse de una situación de la que el paciente no es siempre consciente de ella, no es fácil su diagnóstico. Por tanto, para poder diagnosticarlo, lo ideal es visitar regularmente al odontólogo y será él quien, mediante una exploración, determine la presencia o no de esta patología

Tratamiento del bruxismo

En ocasiones no es necesario tratamiento alguno ya que está patología desaparece por sí sola.

Pero si el problema persiste y se hace crónico, existen una variedad de métodos para reducir la sintomatología de esta afección.

  • Uno de los tratamientos más habituales es el uso de férulas de descarga o protectores bucales. Estos dispositivos de plástico o resina se hacen a medida del paciente y se colocan en la boca durante el sueño para proporcionar una barrera protectora y ayudar a redistribuir las fuerzas ejercidas durante el bruxismo. Las férulas de descarga tratan los síntomas de forma que ayudan al alivio de dolores de cabeza, dolor facial, cuello y reducen sensibilidad y el desgaste dental.
  • La fisioterapia es una gran aliada para el tratamiento del bruxismo a través de masajes en la articulación temporomandibular que ayudan a descontracturar y relajar los músculos masticatorios, disminuyendo así los síntomas. El fisioterapeuta también puede ayudar a la reeducación postural de la mandíbula de forma que el paciente mejore la mordida y la oclusión dental.
  • El tratamiento con bótox también se ha mostrado efectivo, con inyecciones de toxina botulínica en los músculos maseteros son unos de los músculos de la masticación. A las 2 semanas comienza la relajación muscular y con el tiempo el músculo irá perdiendo volumen.
  • Las técnicas de relajación, como los ejercicios de respiración profunda, yoga y la meditación, también pueden emplearse para reducir el estrés y la ansiedad, que a menudo son factores que contribuyen al rechinar los dientes.
  • La relajación muscular progresiva es otro enfoque beneficioso para quienes padecen bruxismo. Esto implica tensar y luego relajar cada grupo de músculos de tu cuerpo, desde los dedos de los pies hasta la cabeza. Al liberar conscientemente la tensión de la musculatura, se puede prevenir el apretamiento y el rechinar inconscientes que a menudo ocurren mientras se duerme.

Además de las técnicas de relajación, es importante crear una rutina tranquila antes de acostarse para ayudar a tu cuerpo y mente a prepararse para dormir. Esto podría incluir actividades como tomar un baño caliente, leer o escuchar música relajante. Crear una rutina que priorice la relajación antes de acostarse puede crear la atmósfera perfecta para un sueño tranquilo.

A través de una combinación de férulas, técnicas de relajación, gestión de factores de riesgo y medidas preventivas, las personas pueden gestionar efectivamente su bruxismo y minimizar su impacto en su salud bucal. Al abordar los signos y síntomas y buscar un tratamiento oportuno, pueden mejorar su calidad de vida y asegurar la salud a largo plazo de sus dientes y articulaciones de la mandíbula.

Prevención del bruxismo

Prevenir la aparición del bruxismo puede ser más efectivo que el tratamiento. Identificar y gestionar los factores de riesgo, como el estrés, la ansiedad, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, puede reducir la probabilidad de desarrollar esta condición.

Además, mantener una buena higiene bucal y visitar regularmente al dentista para chequeos pueden ayudar a detectar el bruxismo en sus primeras etapas. Esto permite intervenir a tiempo y prevenir la progresión de los síntomas.

Conclusión

En general, es importante identificar y abordar los factores de riesgo del bruxismo para prevenirlo o gestionarlo de manera efectiva.

Es importante buscar consejo dental profesional para prevenir un mayor daño y asegurar un tratamiento adecuado. Los dentistas pueden realizar una evaluación integral y recomendar el plan de tratamiento más adecuado.

Tomar medidas proactivas para abordar esta condición puede llevar a una mejor salud bucal y bienestar general.

Preguntas frecuentes sobre el Bruxismo

¿Por qué se produce el bruxismo?

El bruxismo, que es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, suele ser causado por una combinación de factores. El estrés emocional y la ansiedad son desencadenantes comunes, ya que pueden llevar a tensiones musculares en la mandíbula. Además, desalineaciones en la mordida o en la posición de los dientes, así como problemas con la articulación temporomandibular (ATM), pueden contribuir al bruxismo. También se ha observado que ciertos hábitos como morder objetos o mascar chicle en exceso pueden aumentar el riesgo de desarrollar este trastorno.

¿Cómo se puede eliminar el bruxismo?

Para eliminar el bruxismo es importante abordar tanto sus causas como sus efectos. En primer lugar, gestionar el estrés y la ansiedad a través de técnicas de relajación, meditación y ejercicio puede ayudar a reducir la tendencia a apretar los dientes. Además, el uso de férulas de descarga durante la noche, diseñadas por un odontólogo, puede proteger los dientes y aliviar la presión sobre la mandíbula. Corregir problemas de alineación dental o de la articulación temporomandibular (ATM) también puede ser necesario en casos más graves. Un enfoque integral que combine cambios en el estilo de vida, terapias de relajación y atención dental personalizada suele ser efectivo para eliminar el bruxismo.

¿Cuándo desaparece el bruxismo?

El momento en que el bruxismo desaparece puede variar según la causa subyacente y los enfoques de tratamiento utilizados. En muchos casos, cuando se abordan adecuadamente los factores desencadenantes, como el estrés y la ansiedad, y se adoptan medidas para proteger los dientes y relajar la mandíbula, el bruxismo puede disminuir o desaparecer con el tiempo. En algunos individuos, especialmente en niños, el bruxismo puede ser una fase temporal que se supera naturalmente. Sin embargo, en casos más crónicos o relacionados con problemas dentales estructurales, puede ser necesario un tratamiento continuo y una gestión a largo plazo para controlar y reducir los síntomas del bruxismo.

¿Cómo saber si se sufre de bruxismo?

Detectar si se sufre de bruxismo generalmente implica estar atento a ciertos signos y síntomas. El rechinar de dientes durante la noche puede ser difícil de notar personalmente, pero es posible identificarlo a través de la observación de una persona que duerma con nosotros o por medio de un profesional dental que observe el desgaste dental. Otros indicios incluyen dolores de cabeza y mandíbula al despertar, así como sensibilidad dental o fracturas dentales inexplicables. La tensión muscular en la mandíbula y el aumento del tamaño de los músculos de la mandíbula también son señales comunes. Si se sospecha de bruxismo, es aconsejable consultar a un odontólogo para una evaluación precisa y recomendaciones de tratamiento adecuadas.

¿Qué parásito produce bruxismo?

Hace años, se relacionó el bruxismo con la presencia de algún parásito como Ascaris lumbricoides. Actualmente, no hay tal evidencia científica que respalde la afirmación de que un parásito específico sea responsable de causar bruxismo en los seres humanos.

¿Qué empeora el bruxismo?

El bruxismo tiende a empeorar en situaciones de estrés emocional o ansiedad, ya que estas condiciones pueden aumentar la tensión muscular en la mandíbula y promover el apretar o rechinar de dientes. Además, ciertos hábitos como morder objetos duros, chicle en exceso o consumir alimentos y bebidas con cafeína o alcohol también pueden agravar el bruxismo al ejercer presión adicional en los músculos y dientes. Es importante identificar y abordar estos factores desencadenantes para reducir la frecuencia y gravedad del bruxismo.