Qué es el ARFID y cómo puede afectar a niños y a adultos

El ARFID (Trastorno de Evitación/Restricción de la ingestión de alimentos) es una patología poco conocida pero cada vez más relevante en el campo de la medicina y la salud mental. Es importante diagnosticarlo por su importancia tanto en niños como en adultos

Mujer con ARFID Trastorno de la Conducta Alimentaria tipo Evitacion Restriccion

¿Qué es el ARFID?

El ARFID es un trastorno alimenticio que se caracteriza por una ingesta de alimentos extremadamente restrictiva y selectiva, la cual puede llevar a deficiencias nutricionales, pérdida de peso significativa, y en algunos casos, alteraciones en el desarrollo físico y social.

A diferencia de otros trastornos alimenticios como la anorexia nerviosa, en el ARFID, la conducta alimentaria no se basa en un deseo de adelgazar o modificar la imagen corporal, sino en la aversión o miedo hacia ciertos aspectos de los alimentos (por ejemplo, su textura, sabor, apariencia) o experiencias negativas relacionadas con la alimentación.

Así, las personas con ARFID restringen su alimentación debido a uno o más de los siguientes factores:

  • Sensibilidad sensorial extrema: Rechazo a ciertos alimentos debido a su textura, sabor, color u olor.
  • Temor a consecuencias negativas: Miedo a atragantarse, vomitar o experimentar malestar estomacal después de comer.
  • Falta de interés en la comida: Ausencia de apetito o desinterés generalizado por los alimentos.

Estas restricciones pueden llevar a una nutrición inadecuada y a problemas de salud, como deficiencias nutricionales, pérdida de peso significativa y dificultades en el desarrollo físico, especialmente en niños.

Síntomas principales del ARFID

Los síntomas del ARFID pueden variar ampliamente entre las personas, pero algunos de los más comunes incluyen:

  • Pérdida de peso significativa o incapacidad para ganar peso.
  • Deficiencias nutricionales: Falta de vitaminas o minerales esenciales debido a una dieta limitada.
  • Dificultades sociales: Evitación de reuniones o eventos que involucren comida.
  • Dependencia de suplementos nutricionales: Uso de batidos o fórmulas para suplir las necesidades energéticas.
  • Evitar grupos completos de alimentos: Como carnes, frutas, vegetales, o cualquier alimento con cierta textura o color.

Dado que, a diferencia de otros trastornos alimentarios, en el ARFID no hay una preocupación significativa por la imagen corporal, hace que sea más más difícil de reconocer.

Diagnóstico del ARFID

El diagnóstico de ARFID requiere un enfoque multidisciplinario, involucrando a pediatras, nutricionistas, psicólogos y psiquiatras especializados. Las herramientas más comunes para diagnosticar el ARFID incluyen:

Entrevistas clínicas y anamnesis detallada

Se realizan preguntas sobre los hábitos alimenticios, patrones de alimentación desde la infancia, miedos asociados a la comida y antecedentes médicos, para entender el impacto de la restricción alimentaria en la vida diaria.

Cuestionarios y pruebas específicas

Aunque no hay una única prueba que confirme la presencia de ARFID, se utilizan cuestionarios validados que evalúan el comportamiento alimentario. Algunos de ellos son:

  • Cuestionario de Restricción Alimentaria para Niños (ChEAT): Evalúa actitudes alimentarias problemáticas en niños.
  • Entrevista EDE-ARFID: Una adaptación del Eating Disorder Examination para evaluar síntomas específicos del ARFID.
  • Cuestionarios sensoriales: Herramientas que miden la sensibilidad sensorial a los alimentos, útil para identificar los factores desencadenantes.
  • NIAS (Nine Items ARFID Screen): Un test breve diseñado para identificar comportamientos y actitudes compatibles con el ARFID.
    EDE-Q (Eating Disorder Examination Questionnaire): Aunque originalmente orientado a otros trastornos alimenticios, puede ayudar a identificar patrones restrictivos en la ingesta, siempre que se interprete en conjunto con otros datos clínicos.

Evaluación Nutricional

Un nutricionista evalúa las deficiencias nutricionales y el estado de salud general, utilizando herramientas como análisis de sangre, mediciones antropométricas y revisiones dietéticas.

El análisis del estado nutricional del paciente, incluyendo la medición de peso, altura y la evaluación de posibles deficiencias de vitaminas y minerales, es fundamental, especialmente en niños en crecimiento.

Estas herramientas, combinadas con la evaluación clínica, permiten identificar de forma más precisa un cuadro de ARFID y diferenciarlo de otros trastornos alimenticios.

Evaluación psicológica

Los psicólogos evalúan el impacto del ARFID en la calidad de vida, la salud mental y la interacción social, así como la posible coexistencia de otros trastornos como ansiedad o trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

Tratamiento del ARFID

El tratamiento del ARFID se adapta a las necesidades de cada persona y combina estrategias médicas, nutricionales y psicológicas. Algunas de las intervenciones más comunes incluyen:

Terapia de exposición gradual

Ayuda a reducir la ansiedad relacionada con los alimentos problemáticos mediante una introducción paulatina.

Terapia cognitivo-conductual (TCC)

Trabaja en los miedos irracionales asociados con la comida y promueve patrones alimenticios más saludables.

Apoyo nutricional

Elaboración de planes de alimentación individualizados para garantizar una dieta equilibrada y suficiente en calorías.

Tratamiento médico

En casos graves, puede ser necesario el uso de suplementos nutricionales o alimentación por sonda temporal.

Importancia de reconocer el ARFID en niños y adultos

El ARFID es un trastorno que tiene tiene consecuencias tanto en niños como en adultos:

En niños, el ARFID puede afectar el crecimiento, el desarrollo cognitivo y la interacción social. Los niños con este trastorno suelen enfrentarse a un estigma social, especialmente en entornos escolares, donde las comidas en grupo son comunes. Identificar el ARFID a tiempo puede prevenir complicaciones a largo plazo y mejorar su calidad de vida.

En adultos, el ARFID puede ocasionar graves problemas de salud, incluyendo malnutrición crónica, pérdida de peso extrema y aislamiento social. Además, puede ser un indicador de otras enfermedades como ansiedad o autismo.


El ARFID es un trastorno alimentario que afecta a personas de todas las edades y, aunque menos conocido, puede tener consecuencias importantes si no se trata. Identificar sus síntomas, entender sus causas y buscar ayuda profesional son pasos fundamentales para abordar esta enfermedad.

Con el tratamiento adecuado y personalizado, es posible mejorar la relación con los alimentos y recuperar una vida saludable y plena.