TCA: Trastorno de la Conducta Alimentaria
Los trastornos de la conducta alimentaria se caracterizan por una alteración grave y persistente de los comportamientos alimentarios provocados por determinados pensamientos y actitudes hacia la comida. Pueden llegar ser trastornos muy graves que afectan a la función física, psicológica y social.

¿Qué es un TCA?
TCA es el acrónimo de Trastorno de la Conducta Alimentaria. Se trata de una enfermedad que implica específicamente un comportamiento alimentario anormal en la forma de comer que puede causar daño a un individuo, ya que este hace una ingesta excesiva de alimentos o, por el contrario, apenas lo hace.
Los trastornos alimentarios son afecciones graves y potencialmente mortales que pueden definirse por uno o varios de los siguientes factores: ingesta persistente de alimentos o dietas, niveles reducidos de actividad física y una imagen corporal distorsionada.
Aunque hay muchos tipos diferentes de trastornos alimentarios, todos ellos giran en torno a la relación de la persona con la comida.
Tipos de TCA
Los dos TCA más conocidos son la Anorexia y la Bulimia nerviosa. A pesar de tratarse de trastornos muy diferentes entre sí, comparten una serie de síntomas y causas comunes. La anorexia nerviosa se caracteriza por un miedo obsesivo a ganar peso, mientras que la bulimia nerviosa, también conocida por los psiquiatras como atracones y purgas, se caracteriza por un intento de controlar el peso a través del vómito provocado tras la ingesta o mediante el uso de laxantes.
Cada tipo de trastorno alimentario se caracteriza por una atención inadecuada a la comida, comportamientos alimentarios alterados y una imagen corporal distorsionada. Los individuos con trastornos alimentarios pueden tener también otros trastornos psiquiátricos concurrentes, como ansiedad, depresión o trastorno obsesivo-compulsivo
Porcentaje de TCA en España
Aunque el trastorno de la conducta alimentaria afecta mayoritariamente a las mujeres, los hombres también lo padece, aunque en mucha menor proporción. Así, en España, el 5 % de mujeres entre 12 y 21 años padecen un TCA mientras que solo afecta al 0.3 % de los hombres.
La cultura de la delgadez, el no sentirse a gusto con su cuerpo, pensar que más delgado se es más feliz, puede fomentar estos comportamientos alimentarios desordenados. El problema no solo es en España, a nivel mundial, los casos de Trastorno de la Conducta Alimentaria se han duplicado en los últimos 20 años llegando a ser, en el caso de la anorexia, la enfermedad mental con mayor tasa de mortalidad como consecuencia de los de las complicaciones derivadas: enfermedades cardiovasculares, desórdenes endocrinos y problemas gastrointestinales, así como la tasa de suicidios en pacientes con esta enfermedad
Síntomas de TCA
Los trastornos alimentarios se presentan de formas diferentes, lo que hace que los síntomas sean distintos según el tipo de Trastorno de la Conducta Alimentaria. Algunas personas que los sufren tienen un peso muy bajo, ya que limitan mucho su alimentación, mientras que otras comen en exceso y se encuentran en situación de sobrepeso.
Aunque algunas personas con un trastorno alimentario pueden parecer perfectamente sanas por fuera, interiormente pueden sentirse abrumadas por la ansiedad e incluso con sensación de culpa, ya que no olvidemos que estamos ante una enfermedad mental.
Los comportamientos varían: Algunas personas con trastornos alimentarios se purgan de forma regular tras la ingesta, mediante la provocación del vómito o el uso de laxantes y otras, sin embargo, lo hacen ocasionalmente. Algunas utilizan el ejercicio excesivo e intenso como método para bajar peso, mientras que otros pacientes no, es decir, la forma de afectación de estas TCA varía de unas personas a otras.
En todos los casos, los trastornos alimentarios pueden perjudicar tu salud, tanto física como emocional. Y lo que es más importante, estos TCA suelen ir acompañados de otros trastornos psicológicos, como depresión, baja autoestima y ansiedad.
Los síntomas de los trastornos alimentarios pueden confundirse a menudo con otros problemas de salud mental, por lo que es importante que el paciente se ponga en contacto con un profesional médico que le pueda ayudar.
Los tres trastornos alimentarios más comunes y sus síntomas
Hay tres tipos principales de trastornos alimentarios: anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y trastorno por atracón.
- En la anorexia nerviosa, los individuos intentan desesperadamente reducir su peso, aunque ello les cause graves problemas de salud. Estas personas están obsesionadas con hacer dieta y perder peso rápidamente.
- En la bulimia nerviosa, las personas se dan atracones de comida y luego se purgan induciendo el vómito o tomando laxantes para evitar aumentar de peso.
- En el trastorno por atracón, las personas comen grandes cantidades de comida en periodos de tiempo relativamente cortos, lo que suele conducirles a estados depresivos posteriores, ya que este TCA suele provocar sobrepeso y obesidad.
Factores de riesgo para trastornos de la conducta alimentaria
Existen numerosos factores de riesgo en el desencadenamiento de un TCA aunque su influencia varía de una persona a otra.
Algunos de ellos son:
- Tener familiares cercanos con un historial alimentario y uso de dietas.
- Antecedentes personales de trastorno de ansiedad, depresión, baja autoestima.
- Rasgos de personalidad como el perfeccionismo.
- Insatisfacción con la imagen corporal que tenemos de nosotros.
- Situaciones de estrés.
- Casos de bullying por aspecto físico.
- Tener interés en ciertos entornos donde se valore la delgadez, como es el caso de las/los modelos o cuerpos deportistas.
- Las mujeres tienen mayor probabilidad que los hombres.
Cómo identificar un TCA
Un trastorno de la conducta alimentaria es una forma extrema de comportamiento alimentario insano. Los pensamientos y comportamientos obsesivos en torno a la alimentación pueden ser difíciles de detectar, especialmente en las primeras fases.
Una vez que el trastorno alimentario ha progresado hasta el punto de ser crónico, empezarán a estar presentes muchos de los síntomas clásicos de este tipo de patología. Así, nos encontraremos con purgas, como la toma de laxantes o vómitos, la pérdida o el aumento extremo de peso, la fatiga, los trastornos del sueño y una distorsión de la imagen corporal.
Además, pueden producirse distorsiones cognitivas, como depresión, desesperanza, acompañado de comportamiento autodestructivo. A menudo, los trastornos alimentarios están asociados a otros problemas, como la depresión, el consumo de sustancias o la ansiedad.
Cómo ayudar a alguien con trastorno alimentario
Un Trastorno de la Conducta Alimentaria es una patología en la que el paciente se obsesiona con pensamientos o comportamientos relacionados con la comida y/o el peso.
La persona comienza a adoptar comportamientos perjudiciales, como comer en exceso o realizar purgas, en un esfuerzo por controlar su peso corporal.
La recuperación de un Trastorno de la Conducta Alimentaria es posible, pero requiere tiempo y apoyo. En primer lugar, es importante que hablar con un profesional sanitario cualificado, un psicoterapeuta que pueda ayudar a comprender el estado del paciente y a desarrollar un plan de recuperación, junto con un plan nutricional, elaborado por un especialista que ayude al paciente en su proceso de recuperación.
Y lo más importante, es que el paciente debe estar dispuesto a comprometerse a trabajar en su recuperación, así como la familia, que debe apoyar y colaborar en todo el proceso para que este pueda tener éxito. Puede ser difícil, pero si se siguen las indicaciones del profesional, se podrá alcanzar el objetivo de sentirte mejor y más seguro de tu cuerpo.
Los trastornos alimentarios son trastornos mentales graves que pueden poner en peligro la vida si no se detectan y tratan a tiempo.
Entender más sobre estos trastornos puede ayudarte a comprender mejor lo que puede estar sufriendo una persona cercana a ti que lo esté padeciendo.
Si tienes cerca algún caso de TCA, puedes llamarnos. En Synergia MedicalCare contamos con un equipo de psicólogos, nutricionistas y endocrinos que pueden ayudarte.

Farmacéutica
Licenciada en Farmacia y Especialista en Análisis Clínicos por la Universidad Complutense de Madrid.
Directora Técnica en Laboratorio López Salcedo y en Instituto de Microecología
Especialista en Genética Clínica por el Hospital Ramón y Cajal de Madrid y en Biopatología Clínica Laboral y Aplicada