TCA: Trastorno de la Conducta Alimentaria
Los trastornos de la conducta alimentaria se caracterizan por una alteración grave y persistente de los comportamientos alimentarios provocados por determinados pensamientos y actitudes hacia la comida. Pueden llegar ser trastornos muy graves que afectan a la función física, psicológica y social.

¿Qué es un TCA?
Un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) es un conjunto de condiciones psicopatológicas caracterizadas por hábitos alimentarios anormales y una preocupación excesiva por el peso y la imagen corporal que a menudo se ve distorsionada.
Estos trastornos pueden manifestarse a través de la ingesta insuficiente o, por el contrario, excesiva de alimentos, afectando significativamente la salud y el bienestar del individuo.
Aunque hay muchos tipos diferentes de trastornos alimentarios, todos ellos giran en torno a la relación de la persona con la comida.
Tipos de TCA
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición (DSM-5), clasifica los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) en varias categorías principales junto con la clasificación del CIE-10-ES (Clasificación Internacional de Enfermedades, 10ª Revisión, versión para España), que son los siguientes:

Anorexia Nerviosa
Caracterizada por una restricción significativa de la ingesta de alimentos, un miedo intenso a ganar peso y una distorsión de la percepción del propio cuerpo.
Las personas con anorexia mantienen un peso corporal significativamente bajo en relación con su edad, sexo, trayectoria del desarrollo y salud física lo que suele provocar desnutrición y problemas endocrinos y metabólicos.
Bulimia Nerviosa
Se caracteriza por episodios recurrentes de ingesta excesiva de alimentos (atracones), seguidos de comportamientos compensatorios inapropiados, como vómitos autoinducidos, uso excesivo de laxantes o purgantes, ayuno o ejercicio excesivo. A diferencia de la anorexia, el peso corporal puede variar desde bajo a normal o incluso elevado.
Otros trastornos de la conducta alimentaria
Trastorno de ingestión compulsiva o Trastorno por Atracón
Implica episodios frecuentes de ingesta excesiva de alimentos, durante los cuales la persona siente una falta de control sobre su alimentación. Estos episodios no están seguidos por comportamientos compensatorios, lo que a menudo lleva a un aumento de peso y puede estar asociado con la obesidad.
Trastorno de evitación/restricción de la ingestión
Se trata de un tipo de trastorno alimentario caracterizado por una limitación significativa en la cantidad o el tipo de alimentos consumidos.
A diferencia de la anorexia o la bulimia, esta restricción no está motivada por preocupaciones relacionadas con la imagen corporal o el miedo a ganar peso, sino que puede deberse a una falta de interés en comer por una aversión a ciertas texturas o sabores de alimentos.
Este trastorno puede llevar a una ingesta nutricional inadecuada, pérdida de peso, deficiencias nutricionales y, en niños, puede afectar el crecimiento normal.
Pica
Consiste en la ingesta persistente de sustancias no nutritivas y no alimentarias, como tierra, papel o cabello. Es más común en niños, aunque también puede presentarse en adultos, especialmente en aquellos con otras condiciones de salud mental.
Trastornos de la conducta alimentaria no especificado
Son aquellos que no cumplen con todos los criterios para ser diagnosticados como Anorexia o Bulimia nerviosa. Dentro de este grupo nos encontramos:
Anorexia Nerviosa Atípica
Se trata de de una variante de la anorexia nerviosa donde uno o más de los criterios diagnósticos típicos no se cumplen completamente. Por ejemplo, a pesar de una pérdida de peso significativa y un comportamiento alimentario restrictivo, la persona puede mantener un peso dentro del rango normal para su edad y altura e incluso la persona aún experimente menstruaciones regulares.
Este tipo de anorexia comparte muchas características con la anorexia nerviosa típica, incluyendo una intensa preocupación por el peso y la forma del cuerpo, y puede tener efectos igualmente graves en la salud física y mental.
Bulimia Nerviosa Atípica
Es una forma de bulimia nerviosa en la que la persona puede experimentar episodios recurrentes de atracones y comportamientos compensatorios inapropiados (como vómitos autoinducidos, uso excesivo de laxantes, ayuno o ejercicio excesivo), pero estos episodios pueden ocurrir con una frecuencia menor a la requerida para el diagnóstico de bulimia nerviosa típica.
Además, los atracones o los comportamientos compensatorios pueden no ser tan extremos como en la bulimia nerviosa clásica. No obstante, la bulimia nerviosa atípica puede ser igualmente grave y tener un impacto significativo en la salud física y emocional
Cada tipo de trastorno alimentario se caracteriza por una atención inadecuada a la comida, comportamientos alimentarios alterados y una imagen corporal distorsionada. Los individuos con trastornos alimentarios pueden tener también otros trastornos psiquiátricos concurrentes, como ansiedad, depresión o trastorno obsesivo-compulsivo
Prevalencia de los Trastornos de Conducta Alimentaria en España
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) en España afectan a uno de cada 20 adolescentes, mayoritariamente a mujeres, y la edad media de inicio está disminuyendo, situándose actualmente en los 12 años y medio. Según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, estos trastornos tienen una prevalencia del 4,5% entre las mujeres jóvenes de 12 a 21 años mientras que solo afecta al 0.3 % de los hombres. Las formas más comunes de TCA en España incluyen la anorexia, el trastorno por atracón y la bulimia, siendo esta última la más habitual.
Además, se ha observado un aumento del 20% en los ingresos hospitalarios en unidades especializadas en el último año, atribuido en parte a los efectos de la pandemia en la salud mental.
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La redes sociales, la cultura de la delgadez, el no sentirse a gusto con su cuerpo, pensar que más delgado se es más feliz, puede fomentar estos comportamientos alimentarios desordenados. El problema no solo es en España, a nivel mundial, los casos de Trastorno de la Conducta Alimentaria se han duplicado en los últimos 20 años llegando a ser, en el caso de la anorexia, la enfermedad mental con mayor tasa de mortalidad como consecuencia de los de las complicaciones derivadas: enfermedades cardiovasculares, desórdenes endocrinos y problemas gastrointestinales, así como la tasa de suicidios en pacientes con esta enfermedad
Señales de Alerta y Síntomas de TCA
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) presentan una variedad de señales de alerta y síntomas que pueden variar según el tipo específico de trastorno. Sin embargo, hay ciertas señales comunes que pueden indicar la presencia de un TCA. Estas incluyen:
Estos síntomas pueden variar y no todos los individuos con un TCA mostrarán todos estos signos. Además, la presencia de uno o más de estos síntomas no confirma necesariamente la existencia de un trastorno alimentario. La evaluación y el diagnóstico deben ser realizados por profesionales de la salud. Si se sospecha de un TCA, es crucial buscar ayuda y asesoramiento profesional lo antes posible.
Factores de riesgo para trastornos de la conducta alimentaria
Los factores de riesgo para los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son diversos y pueden variar de una persona a otra. Sin embargo, algunos de los más comunes incluyen:
- Factores Psicológicos:
- Baja autoestima y percepción negativa de uno mismo.
- Trastornos de ansiedad, depresión u otros problemas de salud mental.
- Comportamientos perfeccionistas o controladores.
- Dificultades para manejar las emociones y el estrés.
- Factores Sociales y Culturales:
- Presión social o cultural para cumplir con ciertos estándares de belleza o delgadez.
- Influencia de los medios de comunicación y redes sociales que promueven ideales corporales irreales.
- Bullying o comentarios negativos sobre el peso o la apariencia física.
- Factores Biológicos y Genéticos:
- Predisposición genética hacia los TCA o hacia trastornos de salud mental.
- Desequilibrios hormonales o cambios durante la pubertad.
- Factores neurobiológicos que afectan la regulación del apetito y el estado de ánimo.
- Factores Familiares:
- Dinámicas familiares problemáticas o estresantes.
- Antecedentes familiares de trastornos alimentarios o de salud mental.
- Actitudes y comportamientos de la familia en torno a la comida y el peso.
- Eventos Vitales Estresantes:
- Cambios significativos en la vida, como mudanzas, divorcio de los padres, o la pérdida de un ser querido.
- Factores Ambientales:
- Participación en actividades o deportes que enfatizan la delgadez o un peso específico, como la gimnasia, el ballet o el modelaje.
- Ambientes académicos o profesionales altamente competitivos.
Es importante recordar que la presencia de uno o más de estos factores no garantiza que una persona desarrollará un TCA, pero sí aumenta el riesgo. La prevención y la detección temprana son claves para abordar estos trastornos de manera efectiva.
Cómo ayudar a alguien con trastorno alimentario

La recuperación de un Trastorno de la Conducta Alimentaria es posible, pero requiere tiempo y apoyo.
En primer lugar, es importante informarse sobre los TCA y aprender lo más que se pueda sobre estos trastornos para entender mejor lo que la persona está atravesando. Esto ayudará a ser más empático y paciente.
Se debe evitar comentarios sobre su peso o lo que comen. En cambio, es necesario enfocarse en los sentimientos y en cómo se están sintiendo.
Hablar con un profesional sanitario cualificado, un psicoterapeuta que pueda ayudar a comprender el estado del paciente y a desarrollar un plan de recuperación, junto con un plan nutricional, elaborado por un especialista que ayude al paciente en su proceso de recuperación. Es importante además ofrecerse a apoyar al paciente,aconpañándolos a citas con el médico o terapeuta. Ese apoyo les hará sentirse menos solos en el proceso.
Es importante promover hábitos saludables, animando a la persona a adoptar un estilo de vida saludable que incluya una nutrición equilibrada y actividad física, pero sin presionar ni hacer hincapié en el peso y evitando controlar lo que come o cómo lo hace.
Y lo más importante, es que el paciente debe estar dispuesto a comprometerse a trabajar en su recuperación, así como la familia, que debe apoyar y colaborar en todo el proceso para que este pueda tener éxito. Puede ser difícil, pero si se siguen las indicaciones del profesional, se podrá alcanzar el objetivo de sentirte mejor y más seguro de tu cuerpo.
Los trastornos alimentarios son trastornos mentales graves que pueden poner en peligro la vida si no se detectan y tratan a tiempo.
Herramientas Digitales y Tecnológicas en la Lucha contra los TCA
Existen varias herramientas digitales y tecnológicas que pueden apoyar en la lucha contra los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), y aquí se presentan algunas de ellas:
Es importante destacar que estas aplicaciones son complementarias y no reemplazan la asistencia de un profesional de la salud. Para aquellos interesados en la intersección de la tecnología y la salud, hay programas formativos que enseñan cómo crear tecnologías seguras y útiles para la sociedad.

Farmacéutica
Licenciada en Farmacia y Especialista en Análisis Clínicos por la Universidad Complutense de Madrid.
Directora Técnica en Laboratorio López Salcedo y en Instituto de Microecología
Especialista en Genética Clínica por el Hospital Ramón y Cajal de Madrid y en Biopatología Clínica Laboral y Aplicada